POSTALES DE SEVILLA
Estas fotos son una mezcla de software (Photoshop) y de hardware (objetivo descentrable Canon 45 TS-E) para imitar el estilo de las viejas postales. Lo digital imita lo analógico, como la vida el arte...
Tuesday, February 07, 2012
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Monday, February 06, 2012
VENECIA LOMOGRÁFICA
He estado jugando un poco más con las muchas posibilidades del plug-in Topaz Adjust y finalmente me he decidido por hacer una versión "lomográfica" de las fotos de Venecia para enviarlas a una de las agencias con las que colaboro, Trigger Image, que trabaja mucho con este tipo de imágenes. Es curioso que una de las cosas que esté haciendo furor en el mundo de la imagen digital es la copia o la recreación de fotos analógicas "imperfectas" como las de las cámaras Lomo, las Polaroid, o las pinhole (de las que, por cierto, he hecho algunos experimentos digitales sin software, con un agujerito de verdad, un día publicaré una entrada sobre esto).
En fin, el caso es que me gusta cómo quedan algunas de las fotos venecianas con el efecto Lomo. Esperemos que el bueno de Tim les dé buena salida a través de Trigger, que la cosa del stock está cada vez peor...
He estado jugando un poco más con las muchas posibilidades del plug-in Topaz Adjust y finalmente me he decidido por hacer una versión "lomográfica" de las fotos de Venecia para enviarlas a una de las agencias con las que colaboro, Trigger Image, que trabaja mucho con este tipo de imágenes. Es curioso que una de las cosas que esté haciendo furor en el mundo de la imagen digital es la copia o la recreación de fotos analógicas "imperfectas" como las de las cámaras Lomo, las Polaroid, o las pinhole (de las que, por cierto, he hecho algunos experimentos digitales sin software, con un agujerito de verdad, un día publicaré una entrada sobre esto).
En fin, el caso es que me gusta cómo quedan algunas de las fotos venecianas con el efecto Lomo. Esperemos que el bueno de Tim les dé buena salida a través de Trigger, que la cosa del stock está cada vez peor...
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Thursday, January 19, 2012
VENECIA
Hace unas semanas escribí en el blog de Julio Rodríguez, en una de las entradas sobre su reciente viaje a Venecia. Lo traigo a colación porque su experiencia es calcada a la mía, solo que yo sufrí (o gocé, por mejor decir) el encantamiento que produce esa ciudad algunos años antes. He de reconocer que, como Julio, tenía serias reservas antes de visitar la Serenísima, porque la veía como un parque temático lleno de turistas furibundos haciendo fotos por doquier. Y, sí, turistas los hay a manojos, sobre todo en verano, que es solamente cuando, por desgracia, he podido visitar Venecia (salvo la primera vez, en el lejano otoño de 1989, pero esa fue una visita muy corta y, sobre todo, aún no hacía yo fotos), pero ni eso es suficiente para acabar con el encanto tremendo de una ciudad que es absolutamente única. Venecia para caminantes, dice Julio. En efecto, uno de los grandes placeres que nos proporciona esta ciudad prodigiosa es poder caminar con total tranquilidad, sin tener que preocuparse del horrísono tráfico rodado que nos acosa en casi todos los demás lugares del mundo (de hecho, hay un detestable anuncio de Mercedes en que un pijo oligofrénico le dice a su pareja que no quiere ir a Venecia porque allí, evidentemente, no podrá manejar su dichoso autito, que es, por lo visto, lo único que le proporciona algo de placer...)
Y, en relación a las masas, basta con andar un poco, con perderse por las callejuelas que se alejan del hacinamiento de San Marco o Rialto, para encontrarse con una ciudad muy tranquila, vacía incluso (en el mejor y peor de los sentidos: hace mucho tiempo que los venecianos están siendo expulsados por el precio disparatado de la vivienda) y tan hermosa que resulta incluso apabullante. En este sentido, nada mejor para alejarse de la barahúnda tour-operada que buscar alojamiento en un barrio como el Cannaregio, uno de los seis sestiere de la ciudad, en este caso el que ocupa el extremo noroccidental, donde es posible encontrar venecianos de verdad y bares y restaurantes donde (apenas) hay turistas y puede uno tomarse un spritz (o dos, o tres) escuchando conversaciones en el dialecto véneto... El Cannaregio contiene tantos encantos que es imposible enumerarlos: el Ghetto, Madonna dell'Orto, Santa María dei Miracoli, la Maddalena, Gesuiti, las vistas de la laguna desde Fondamente Nove, un paseo al atardecer por la Fondamenta della Misericordia, una Moretti o un spritz, o ambos, por la noche en la terracita del Profondo Rosso, una cena pantagruélica en el Paradiso Perduto...lugares que he visitado y cosas que he hecho en este último viaje cuyas fotos acabo de editar y publicar en mi web.
Para este viaje elegí llevarme la 5D2 y solo dos objetivos: el 17 TS-E para la arquitectura, sujeto principal con diferencia, y el 135L para los detalles y el foco selectivo. Pensé en llevarme solamente la magnífica Fuji X100, pero, conociendo ya la ciudad y habiendo "sufrido" un gran angular normal en mi anterior viaje, decidí que las lentes descentrables estaban para lo que estaban, después de todo, así que finalmente cargué la pesada réflex... Ahora me alegro, ya que la fotografía arquitectónica con las líneas verticales convergentes (salvo excepciones) me pone de los nervios, y el 17 TS-E es ideal para los, con frecuencia, angostos espacios venecianos. En cuanto al procesado, he usado bastante el plug-in Topaz Adjust, siempre en una capa diferente para decidir la intensidad del efecto (aparte de ajustar previamente en su propia interfaz los muchos parámetros posibles de este software) y enmascarando las partes que no me convencían (los cielos, por ejemplo), a los que di un tratamiento mediante capas de ajuste cuando lo consideré necesario. En fin, que muchas de estas fotos llevan un buen ratito de trabajo de edición... Habrá mucha gente a quienes este toque como de dibujo que da el (falso) HDR de Topaz Adjust no les guste, pero yo todavía no he encontrado ningún software de mapeo de tonos que lo supere. De hecho, aunque no es en puridad un plug-in para HDR, yo lo utilizo con frecuencia para darle el toque final a mis verdaderos HDR, ya que el microcontraste que es capaz de conseguir Topaz Adjust no tiene rival, en mi opinión, y cuando la imagen proviene de varias tomas, es decir, que el detalle de las sombras no se extrae de una zona subexpuesta, el nivel de ruido es bastante aceptable. En fin, me dejo de detalles técnicos que harán las delicias solamente de los frikis del Photoshop, y os dejo con las imágenes de esta ciudad increíble, que son lo que importa. Espero que os gusten!
Hace unas semanas escribí en el blog de Julio Rodríguez, en una de las entradas sobre su reciente viaje a Venecia. Lo traigo a colación porque su experiencia es calcada a la mía, solo que yo sufrí (o gocé, por mejor decir) el encantamiento que produce esa ciudad algunos años antes. He de reconocer que, como Julio, tenía serias reservas antes de visitar la Serenísima, porque la veía como un parque temático lleno de turistas furibundos haciendo fotos por doquier. Y, sí, turistas los hay a manojos, sobre todo en verano, que es solamente cuando, por desgracia, he podido visitar Venecia (salvo la primera vez, en el lejano otoño de 1989, pero esa fue una visita muy corta y, sobre todo, aún no hacía yo fotos), pero ni eso es suficiente para acabar con el encanto tremendo de una ciudad que es absolutamente única. Venecia para caminantes, dice Julio. En efecto, uno de los grandes placeres que nos proporciona esta ciudad prodigiosa es poder caminar con total tranquilidad, sin tener que preocuparse del horrísono tráfico rodado que nos acosa en casi todos los demás lugares del mundo (de hecho, hay un detestable anuncio de Mercedes en que un pijo oligofrénico le dice a su pareja que no quiere ir a Venecia porque allí, evidentemente, no podrá manejar su dichoso autito, que es, por lo visto, lo único que le proporciona algo de placer...)
Y, en relación a las masas, basta con andar un poco, con perderse por las callejuelas que se alejan del hacinamiento de San Marco o Rialto, para encontrarse con una ciudad muy tranquila, vacía incluso (en el mejor y peor de los sentidos: hace mucho tiempo que los venecianos están siendo expulsados por el precio disparatado de la vivienda) y tan hermosa que resulta incluso apabullante. En este sentido, nada mejor para alejarse de la barahúnda tour-operada que buscar alojamiento en un barrio como el Cannaregio, uno de los seis sestiere de la ciudad, en este caso el que ocupa el extremo noroccidental, donde es posible encontrar venecianos de verdad y bares y restaurantes donde (apenas) hay turistas y puede uno tomarse un spritz (o dos, o tres) escuchando conversaciones en el dialecto véneto... El Cannaregio contiene tantos encantos que es imposible enumerarlos: el Ghetto, Madonna dell'Orto, Santa María dei Miracoli, la Maddalena, Gesuiti, las vistas de la laguna desde Fondamente Nove, un paseo al atardecer por la Fondamenta della Misericordia, una Moretti o un spritz, o ambos, por la noche en la terracita del Profondo Rosso, una cena pantagruélica en el Paradiso Perduto...lugares que he visitado y cosas que he hecho en este último viaje cuyas fotos acabo de editar y publicar en mi web.
Para este viaje elegí llevarme la 5D2 y solo dos objetivos: el 17 TS-E para la arquitectura, sujeto principal con diferencia, y el 135L para los detalles y el foco selectivo. Pensé en llevarme solamente la magnífica Fuji X100, pero, conociendo ya la ciudad y habiendo "sufrido" un gran angular normal en mi anterior viaje, decidí que las lentes descentrables estaban para lo que estaban, después de todo, así que finalmente cargué la pesada réflex... Ahora me alegro, ya que la fotografía arquitectónica con las líneas verticales convergentes (salvo excepciones) me pone de los nervios, y el 17 TS-E es ideal para los, con frecuencia, angostos espacios venecianos. En cuanto al procesado, he usado bastante el plug-in Topaz Adjust, siempre en una capa diferente para decidir la intensidad del efecto (aparte de ajustar previamente en su propia interfaz los muchos parámetros posibles de este software) y enmascarando las partes que no me convencían (los cielos, por ejemplo), a los que di un tratamiento mediante capas de ajuste cuando lo consideré necesario. En fin, que muchas de estas fotos llevan un buen ratito de trabajo de edición... Habrá mucha gente a quienes este toque como de dibujo que da el (falso) HDR de Topaz Adjust no les guste, pero yo todavía no he encontrado ningún software de mapeo de tonos que lo supere. De hecho, aunque no es en puridad un plug-in para HDR, yo lo utilizo con frecuencia para darle el toque final a mis verdaderos HDR, ya que el microcontraste que es capaz de conseguir Topaz Adjust no tiene rival, en mi opinión, y cuando la imagen proviene de varias tomas, es decir, que el detalle de las sombras no se extrae de una zona subexpuesta, el nivel de ruido es bastante aceptable. En fin, me dejo de detalles técnicos que harán las delicias solamente de los frikis del Photoshop, y os dejo con las imágenes de esta ciudad increíble, que son lo que importa. Espero que os gusten!
Wednesday, September 14, 2011
Metropol Parasol
Canon 1Ds Mark III y Canon TS-E 17mm, trípode, HDR de seis exposiciones. |
Valga todo este preámbulo para presentar la galería sobre el Metropol Parasol que he abierto en mi web, en la sección de arquitectura. Creo que, para cualquier fotógrafo, este espacio es una verdadera mina. Las fotos presentadas en la web corresponden a tres visitas, la primera con mi nueva joya, la Fuji X100 (que merecería por sí sola otra entrada en el blog, si yo tuviera tiempo), la segunda con la Canon 5D Mark II y el 24 TS-E Mark II y la tercera con la 1Ds Mark III y el 17 TS-E. En el primer caso, las fotos han sido tratadas con el plug-in Topaz Adjust (que siempre ajusto en Photoshop mediante capas, al menos dos, una de fondo con la foto revelada de forma plana del archivo raw y otra encima con el efecto del plug-in, que tiene muchas opciones de personalización). El resultado es un falso HDR (porque procede de una sola exposición) que, en mi opinión, resulta atractivo para este sujeto fotográfico. Todas las fotos se hicieron a pulso, en un paseo informal sin demasiado tiempo para entretenerse. Esta es una de las tomas que más me gusta de esa sesión con la X100:
Fujifilm Finepix X100, tratada en PS con Topaz Adjust. |
El día que fui con la 5D2 y el 24 TS-E no me llevé el trípode (por pura pereza: vivo a 10 minutos andando), lo que resulta imperdonable para la fotografía arquitectónica seria (pero claro, lo malo es si el fotógrafo es serio)... Así que me dediqué a apoyar la cámara en el suelo, bancos y otras superficies lo bastante sólidas y, se supone, niveladas. De esta manera hice algunos horquillados de tres exposiciones para probar un HDR medianamente decente. Los resultados no son como con un trípode, pero casi (el suelo es firme! y uso el autodisparador para no tocar la cámara), aunque los ángulos son bajos y algo extraños (el efecto suele gustarme). Para el HDR uso el módulo de Photoshop CS5, y luego mapeo la imagen resultante mediante diversos métodos, incluido el Topaz Adjust que antes mencioné (da un microcontraste muy bueno, en mi opinión, y genera muy poco ruido si la imagen es un HDR verdadero). Ese día tuve un cielo totalmente despejado:
Canon 5D Mark II y Canon TS-E II 24mm, HDR de tres exposiciones, cámara apoyada en el suelo |
Finalmente, acudí al lugar con el trípode, la 1Ds (que permite un horquillado automático de hasta 7 tomas, perfecto para HDR de altos vuelos) y el 17 TS-E, que resulta muy apropiado para captar el enorme tamaño de la estructura del Metropol Parasol:
Canon 1Ds Mark III, Canon TS-E 17mm, trípode, HDR de seis exposiciones. |
Ese día hice tomas desde casi todos los ángulos y, además, me llevé el 300 y el 135, con los que realicé cientos de tomas que todavía tardaré, me temo, bastante en editar. Por cierto, todas las sesiones descritas se hicieron al mediodía, con un calor de justicia en Sevilla y a una hora que, en principio, no parece muy apropiada por la dureza de la luz. Sin embargo, el mediodía es el único momento en que la luz, casi cenital, penetra profundamente en los huecos cuadrados de los paneles, iluminándolos de una forma impresionante.
Canon 1Ds Mark III, Canon TS-E 17mm, trípode, HDR de seis exposiciones. |
Canon 1Ds Mark III, Canon TS-E 17mm, trípode, HDR de seis exposiciones. |
Friday, April 29, 2011
Foto en National Geographic (España) de mayo
A través del foro de fotografía ojodigital.com, del que debo ser uno de los miembros más antiguos, la edición española de National Geographic ha seleccionado una foto mía que aparece en el número de mayo de la revista.
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Tuesday, March 15, 2011
Foto mía en Yahoo
Suelo echar una ojeada al portal Yahoo y hoy me he llevado la sorpresa de que habían elegido una foto mía de la empalizada que marca el comienzo del parque nacional de Doñana en la playa de Matalascañas para ilustrar la noticia de la supuesta ubicación allí de la mítica Atlántida...
La foto no es que se vea muy bien, por el tamaño y la compresión, pero algo es algo... :)
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Sunday, March 13, 2011
San Luis de los Franceses
Dicen que esta iglesia y el edificio anejo que hoy pertenece al Centro Andaluz de Teatro y que fue seminario jesuítico y manicomio, entre otras cosas, están encantados y que, por la noche, los fantasmas aterrorizan a quienes andan por allí. Un amigo mío trabajó un tiempo en el CAT y me decía que sí, que pasaban cosas muy raras que te ponían los pelos de punta. Ni él ni yo, teóricamente, creíamos en semejantes supercherías...
Aparte de eso, esta iglesia (hace tiempo desacralizada y actualmente en proceso de restauración) es un formidable ejemplo de arquitectura, pintura, escultura y artes decorativas barrocas. De hecho, es de los pocos edificios absolutamente barrocos que hay en esta ciudad que muchios tienen por barroca sin que lo sea tanto. En cualquier caso, se trata de uno de mis lugares favoritos en Sevilla, y recuerdo muchas tardes de estar sentado bajo la cúpula escuchando a Monteverdi o Haendel o a cualquiera de los grandes músicos que el encargado del monumento tenía el buen gusto de hacer sonar.
En cuanto vuelvan a abrir el edificio, ya completamente restaurado, volveré allí con y sin cámara, pero, mientras tanto, valgan estas imágenes que tomé en él antes de su cierre y que están en su correspondiente galería de arquitectura sevillana en mi web.
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