Cuando yo era niño, los pueblos del Aljarafe, incluso aunque muchos de ellos no contaran con un patrimonio monumental de importancia, como ocurría con Carrión, conservaban intacta la arquitectura popular de casas encaladas y de tejas árabes, hasta el punto de que, según parece (aunque este extremo no lo he podido corroborar), Carrión aparecía en los años 60 en la Guía Michelín como ejemplo de "pueblo blanco" andaluz, lo mismo que hoy se dice, salvando las distancias, de Arcos de la Frontera o de Grazalema. Estos núcleos rurales más o menos pintorescos estaban separados (o unidos, según se vea) por extensiones de "tierra calma" donde se plantaba sobre todo cereal, y por olivares y viñas, además de algunas huertas cercanas a los pueblos y de algunas manchas de dehesas, no muy extensas pero formidables, como las de Lerena o Espechilla, que fueron testigos de nuestras exploraciones infantiles y de algún que otro encuentro fortuito con ganado bravío o que a nosotros nos pareció bravío...
La orografía de la

Con el tránsito del siglo XX al XXI, sin embargo, el crecimiento urbano de Sevilla cruzó el río y empezó a devorar los pueblos más orientales del Aljarafe (Castilleja de la Cuesta, Camas, San Juan de Aznalfarache, Tomares, Bormujos, Gines...), que pasaron a convertirse en ciudades dormitorio de la corona metropolitana hispalense.
En los últimos años, el "pelotazo" de la construcción generó un crecimiento urbanístico desmesurado y sin control alguno en el Aljarafe, donde pocas localidades se salvaron de que los ayuntamientos actuaran con la más absoluta irresponsabilidad, concediendo licencias de construcción a troche y moche, sin la más mínima planificación ni coordinación. De esta manera, haciendo cada ayuntamiento de su capa un sayo, los promotores urbanísticos fueron alicatando hasta el techo prácticamente todo el suelo disponible, extendiéndose en forma de metástasis un poblamiento monstruoso, lleno de casitas y chalecitos adosados o pareados, que ha sepultado los pueblos del Aljarafe, sobre todo cuanto más cerca de la capital se encuentren.
En mis fotos he procurado plasmar lo que queda aún del Aljarafe que yo conocí (fundamentalmente, desde Sanlú


1 comment:
espectacular ese campo de cereales con el cielo lleno de nubes,
es de ensuño,
me gusta un montón.
un saludo
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